lunes, 14 de febrero de 2011

Fotos para pensar. Tierra bajo las uñas y las nuevas generaciones.


Continuo con esta serie fotos para pensar que creo abren algunos posibles temas de discusión.

Hoy les presento esta foto hecha en una región montañosa del norte de Rumania. No sé a ustedes, pero como yo tengo tendencia a pensar que el fin de la civilización puede estar más cerca de los que creemos, la foto me hace pensar, entre otras cosas, que estas niñas cuando llegue el momento no van a saber ni plantar unas patatas, aunque tengan un master en novela rosa comparada.

Cada vez más vivimos en un mundo irreal, fabricado para nuestra comodidad y en el que dependemos tanto del sistema que el día que todo pete los menospreciados pueblerinos -como la mujer de la foto-, van a ser los únicos supervivientes.

Como los deseos de independencia de la civilización y los pensamientos ermitaños me han acompañado toda mi vida, durante varios años ensayé las técnicas de producción agrícola, lo que técnicamente se llama tener un huerto. No tuve la suficiente diligencia como para meterme en ganadería, espero que no lo eche en falta si llega el momento. Tampoco se cazar. Así que yo también soy lo que en la prehistoria se consideraba un inútil.

12 comentarios:

frikosal dijo...

"Así que yo también soy lo que en la prehistoria se consideraba un inútil."

Que bestia eres!
Piensa que si se acaba la civilización a la que se te rompan las gafas ya me dirás que haces. O mejor, no lo pienses.

Oddiseis dijo...

Muy interesante reflexión Jordi. Nuestra civilización es lo que en biología se conoce como "superespecialista", líderes indiscutibles de nuestro nicho ecológico actual pero principales candidatos a la extinción en cuanto éste cambie.

Lo irónico, como muy bien haces notar, es que quienes mejores opciones tienen de sobrevivir son los pobres de solemnidad. Tú hablabas de los pueblerinos, pero también se podría hablar de África, el continente atormentado, en el que sus habitantes, acostumbrados a vivir con muy poco y a sacar partido hasta de lo mas inverosímil, tendrán mas herramientas vitales para salir adelante de lo que ninguno de los paises del orbe desarrollado.

Jordi Busqué dijo...

Frikosal, me voy a la óptica a hacerme un duplicado.

Creo que lo que haría sería partir las gafas y usar solo una lente. De ese modo dispondría de un recambio. La que llevara me la ataría con un cordón.

El duplicado (o la media gafa) lo dejaría en otro lugar. En definitiva, haría como hacemos con los discos duros con la copia del archivo.

Jordi Busqué dijo...

Oddiseis, en la prehistoria no había tanto miope suelto. Por culpa de nuestros supercerebros tecnológicos podemos sobrevivir pese a esas minusvalías.

Buena reflexión sobre África. Muchos de los primeros serán últimos, y muchos de los últimos serán primeros.

MartinAngelair dijo...

De la misma manera que en el mundo profesional, necesitamos cursos de reciclaje,...


...puede que también la humanidad necesite un curso de reciclaje,


...aunque tan sólo provoque el que podamos dormir mejor,...:)






Un beso.
B.D.C.J.

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair, tienes razón. Yo creo que estas cosas deberían enseñarse en las escuelas.

Esther Bahi f o t o g r a f i a dijo...

Sabias,palabras,buena reflexión, te doy toda la razón.
Nos estamos dejando, llevar por la comodidad y el bienestar,tanto, que para coser "un simpre botó",tendrán que pagar por ello.
También le doy la razón a Oddisei,sobre Africa.

"No es más feliz,el que más tiene".

Jordi Busqué dijo...

Esther, no se puede ser tan dependiente. Los riesgos son muy serios.

pepe murria dijo...

Despues de perder especies, de contaminar ....somos capaces de perder la generacion que puede trasmitir ....la estrategia de la lechuga. Humanoidescaoticos que han despreciado la cultura rural. La imagen es total..... la linea roja, que se esta cruzando en muchos lugares. Salud.

Jordi Busqué dijo...

Pepe, es peligroso cruzar esa linea que dices.

Popewan dijo...

Somos una "colmena" y nos empeñamos todos en querer ser reinas o zánganos...

Jordi Busqué dijo...

Yo me pido zángano!