viernes, 28 de diciembre de 2012

En raquetas de nieve por el Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa. Viaje por Asturias.

Pasear por la playa hasta el amanecer y hacer una travesía en raquetas de nieve por la tarde. Eso es lo que pude hacer en Asturias gracias a su peculiar geografía, que en tan solo 60 km va del nivel del mar a alturas de más de 2500 metros.
 
De estas alturas les hablaré hoy, concretamente de un lugar que la Unesco ha reconocido como reserva de la biosfera hace tan solo unos meses: el Parque Natural de Las Ubiñas - La Mesa. 

Guiado por Pablo Fernández Cañón, guía de montaña de Tocando Cumbre, realicé una travesía en raquetas de nieve por dicho parque.


El frío y la nieve es un filtro para mucha gente, cosa que en mi opinión hace mucho más interesante una visita en esta época del año. Al calzarnos las raquetas se nos abre un mundo. De repente, nos vemos capacitados para explorar un territorio que solo era accesible fuera del invierno. Es como entrar en un museo cuando ya ha cerrado sus puertas y poder disfrutar en total silencio y tranquilidad de las obras que allí se exponen.
 
En este caso las obras nos la ofrece la naturaleza, que en la zona que yo recorrí se expresa en su vertiente vegetal en forma de vistosos acebos (que vienen muy a cuento estos días) y de numerosos rebecos en su vertiente animal. Con un poco de suerte uno puede avistar el oso pardo o el lobo ibérico, que campan a sus anchas por estos territorios.


Dejando el coche en la carretera que lleva al Puerto de la Cubilla (hubo que dejarlo un kilómetro antes por exceso de nieve en el asfalto), llegamos hasta las casetas de los pastores en Puerto de Vallota donde almorzamos. Más tarde fuimos hasta el pueblo de Tuiza de Arriba y ascendimos por el valle del Meicín hasta el refugio Vega de Meicín, situado a 1560m de altura, en el interior de un circo glacial. El refugio se encuentra al pie de Peña Ubiña, mole de 2417 metros de altura que es una de las mayores de la cordillera cantábrica.

Joaquín Álvarez, responsable de Vega de Meicín, nos contó que muchas veces cuando sube al refugio por la noche, al enfocar con la luz de su frontal los márgenes del valle, ve brillar los ojos de los lobos que controlan todos los movimientos que allí ocurren. Pese a no ser peligrosos para las personas, no hace mucho tuvo que llevar algo más abajo a un burro que estaba siendo atacado justo afuera del refugio.

Pensando en lobos y osos salí yo a fotografiar la Peña Ubiña bajo las estrellas.

De día los lobos controlan lo que sucede en esas alturas, pero no son visibles ya que su pelaje es una obra maestra de la evolución en cuanto a camuflaje.

La mañana siguiente descendimos hasta Tuiza de Arriba para subir hasta el collado de El Viso y siguiendo hasta La Carba de Valseco.

Todo el mundo ha oído hablar de Picos de Europa, pero Ubiñas-La Mesa es otro de los tesoros que esconde Asturias, con la ventaja de ser menos visitado.
 
Durante la travesía se tienen conversaciones muy interesantes. Aquí la oveja nos contó la razón por la que a este parque se le llama La Mesa: la montaña del fondo.

Les dejo con este pequeño vídeo que hice durante la travesía:

2 comentarios:

Marc dijo...

Muy buena la metáfora con el museo vacío. Nunca he ido con raquetas en los pies, pero me imagino que la sensación tiene que ser como la describes.

¡¡¡Los paisajes impresionantes!!!

MartinAngelair dijo...

Qué guapo!



(... y eso de los lobos miméticos,... y la oveja que se explica...!!)



... :)



Besos.
B.D.C.J