miércoles, 9 de marzo de 2011

El aire libre

Diríase que también mis muebles se felicitaban por salir fuera...

Cuando el suelo estaba sucio, me levantaba temprano, y después de apilar mis muebles fuera de la casa sobre la hierba, cama, colchón y ropas en montón único, baldeaba el piso, salpicándolo aquí y allí de nívea arena de la laguna para dejarlo limpio y blanco luego con la escoba; cuando los del pueblo habían dado fin a su desayuno, el sol mañanero había secado ya mi casa lo suficiente para trasladarme de nuevo al interior, de modo que mis meditaciones apenas si habían sido interrumpidas.


Resultaba agradable ver todos mis bienes y enseres sobre la hierba, formando una pila como atado de gitano, y mi mesa de tres patas, de la que no había quitado siquiera los libros, pluma y tintero que reposaban en su sobre, entre pinos y nogales. Diríase que también mis muebles se felicitaban por salir fuera y que lamentaban reincorporarse a su encierro. Algunas veces estuve incluso tentado de disponer un toldo por encima de ellos y reinstalarme de tal guisa.

Valía la pena ver brillar el sol sobre estas cosas y oír el viento libre que abría camino por sus recovecos; la mayoría de los objetos que nos son familiares parecen mucho más interesantes fuera que dentro de la casa. Un ave se posa sobre la próxima rama, la siempreviva crece debajo de la mesa y la zarzamora abraza sus patas; por doquier se ven piñas, castañas y hojas de fresa.

Henry David Thoreau. Walden; o, La vida en los bosques. 1854.

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(versión original)

When my floor was dirty, I rose early, and, setting all my furniture out of doors on the grass, bed and bedstead making but one budget, dashed water on the floor, and sprinkled white sand from the pond on it, and then with a broom scrubbed it clean and white; and by the time the villagers had broken their fast the morning sun had dried my house sufficiently to allow me to move in again, and my meditations were almost uninterupted.

It was pleasant to see my whole household effects out on the grass, making a little pile like a gypsy's pack, and my three-legged table, from which I did not remove the books and pen and ink, standing amid the pines and hickories. They seemed glad to get out themselves, and as if unwilling to be brought in. I was sometimes tempted to stretch an awning over them and take my seat there.

It was worth the while to see the sun shine on these things, and hear the free wind blow on them; so much more interesting most familiar objects look out of doors than in the house. A bird sits on the next bough, life-everlasting grows under the table, and blackberry vines run round its legs; pine cones, chestnut burs, and strawberry leaves are strewn about.

Henry David Thoreau. Walden; or, Live in the woods. 1854.

23 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Jordi,

Una vez hace 15 años imprimí la cara del Thoreau en una camiseta blanca (debajo a modo leyenda ponía su nombre) pregunté a cientos, miles de personas si sabían quién era, pero nadie lo sabía.
Olvidé mi búsqueda, frustrado y con la camiseta desgastada.

Me alegra haber leído tu artículo.

¿Montamos un blog para "Amigos del Thoreau" o nadie se apuntaría? :)

Un saludo.

Ángel M. Bermejo dijo...

Hola Jordi, hola Joan,
me apunto a la asociación de amigos de Thoreau.

Jordi Busqué dijo...

Joan, me alegro de que tu también seas un fan de Thoreau. Es muy desconocido aquí, pero en EEUU no tanto. Desde que hablo de él en el blog he encontrado más gente que lo conocía.

Me parece muy buena idea lo de la asociación de amigos!

Jordi Busqué dijo...

Ángel, bienvenido al club! Podemos pensar en un nombre para empezar.

"Amigos de Thoreau", "Club Walden"...

¡Soy todo oídos!

Unknown dijo...

Buscamos un nombre, creamos un blog para compartir y de vez en cuando quedamos para charlar, me parece fantástico. Al fin la camiseta, en este caso digital, da frutos !!!

Me gusta: Club Walden

Anónimo dijo...

Hola, Jordi y miembros del club Walden.

Yo conocí a Thoreau aquí. Tengo Walden en la cola de lectura y pronto le toca turno.

Esta semana sale la carta, Jordi.

Un saludo.
José Luis.

frikosal dijo...

Yo te veo como su reencarnación !

frikosal dijo...

Yo no le llamaría club, por lo demás, perfecto. Voto por Jordi como sumo sacerdote.

Oddiseis dijo...

Cuidado no lo confundan con el "Walden II" de B.F.Skynner, que es un poco como el reverso tenebroso de la utopía de Thoreau (al menos a mi modo de ver).

Por lo demás, me encanta la idea.

RAFA PÉREZ dijo...

Podemos utilizar el libro que gané en tu liga como biblia...

Jordi Busqué dijo...

Joan, a ver si la idea se materializa. Ahora con Internet es fácil.

Jordi Busqué dijo...

José Luis, espero que te guste. Ya nos contarás. Pero ten en cuenta que es un libro antiguo y a veces Thoreau se pasa de erudito. Quiero decir que hay partes que no son precisamente amenas.

Jordi Busqué dijo...

Frikosal, me pido ser infalible.

Tiene razón que club es una palabra demasiado banal y encima es un anglicismo. Le agradecería sugerencias. ¿Qué tal "Sociedad Walden"? Por otra parte club me recuerda al club de los poetas muertos, aunque de hecho era el Death Poets Society.

Jordi Busqué dijo...

Oddiseis, tampoco confundir con el bodrio de Bofill...

No he leído el de Skinner, pero si he leído otras cosas suyas y en principio lo tengo bien considerado. De hecho, hace tiempo que tengo en mente contar unas cosas de él.

Jordi Busqué dijo...

Rafa, me parece muy buena idea! Tu podrías leer fragmentos en las misas... ¿verdes?.

la desanchá dijo...

No es mal sitio para poner un sillón.

Jordi Busqué dijo...

Sobretodo si no llueve...

MartinAngelair dijo...

Creo que nunca compartí contigo en tu casa virtual música,...en la que no coincidimos.



...

http://www.youtube.com/watch?v=xM4Rldp9QWA

...




No te explico nada,...daría para abrir ese blog de nombre,...

...también fantástico.





(me la llevé conmigo sin querer de viaje)





Beso y, siempre buenos días, :)

Andrés dijo...

Me encanta Thoreau, hace ya unos años que leí "El deber de la desobediencia civil" y "Walden". Poca gente lo conoce, pero los que lo hacen son buenos fans suyos.
En cuanto a la propuesta del club amigos de Thoreau, yo me apuntaría :)

Por otro lado, aunque un poco en la misma dirección. Conoces/conocéis a John Muir? otra crack de la época y muy ameno de leer.

Jordi Busqué dijo...

Andres, a Muir lo conocí a traves de Galn Rowell. He oído algunas cosas interesantes sobre él pero he leído solo fragmentos de obras suyas. Gracias por la recomendación.

Andrés dijo...

Yo sólo he leído suyo "Viajes por Alaska", además de algunos fragmentos sueltos también.
Esta gente creo que estaba hecha de otra pasta Jordi...

ercanito dijo...

Un sillón en mitad del campo es una invitación a una siesta vip. Rico es sentarse a la sombra de un fresno en una soleada sobremesa de primavera, cerrar los ojillos y concentrarte en el celestial ruido de ociosos abejarucos.

Creo que muchos de los que visitamos este patio vemos en estas cosas mucha más magia que la mayoría, y si ese tal Thoreau al que no tengo el gusto de conocer era profeta de tales inmateriales e impagables cosas, seré el primero en hacerme seguidor de esa institución inclasificable de "Amigos del susodicho".

Echo de menos la sombra de ese fresno que tengo en la cabeza metida desde que he visto esta foto. Estoy asqueado de las cuatro paredes y dos puertas la oficina que me retiene cada día.

Jordi Busqué dijo...

Ercanito, coincido contigo en apreciar la riqueza de una siesta bajo un árbol y te recomiendo mucho que leas algo de Thoreau.