La adoración del ventilador. Santarem, Brasil. 2011.Aunque yo solo sea un hombre de poca fe, a veces me pregunto cuan moral será adorar a un dios con la finalidad de obtener algo a cambio.
En estos tiempos las sendas de perdición se encuentran muy transitadas, y a veces es complicado encontrar el camino recto. La recompensa del ventilador era inmediata, específica y palpable, y en ese mediodía húmedo y caluroso de Santarem parecía el dios adecuado al que adorar.
Mientras fotografiaba esta abominable idolatría, reflexionaba sobre cuál sería la mejor forma de devolver a esas dos mujeres al camino angosto: ¿llamarlas rameras de Babilonia?, ¿apedrear el ventilador?, ¿acaso desenchufarlo sería suficiente?
Pero entonces recordé el capítulo noveno del Primer Libro de los Reyes: "Por cuanto dejaron a Jehová su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, y los adoraron y los sirvieron; por eso trajo Jehová sobre ellos todo ese mal." Y fue así como comprendí porqué Brasil había sido eliminado tan temprano de la copa América. Sin duda, un signo más del fin de los tiempos.
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5 comentarios:
Genial, una sonrisa de buena mañana.
Nosotros, por nuestra parte, hoy hemos celebrado el día de Santiago,...
...sin ventilador,...con ventilador,...sea o no abominable.
Cuando he llegado a la Copa de América, me has dejado clavada,... :)
(Te presiento muy contento Jordi,... :)
Muchos besos.
B.N.C.J.
¿Y cuán dios es un dios que necesita que lo adoren, siendo eso completamente contradictorio con la absoluta perfección que se le supone?
Hasta usted sigue la Copa América, quién lo iba a decir!
(Y yo sin poder decirle al Dr. Frikosal que el asterismo es la percha. Creo.)
Cualquiera no adora al ventilador por esas latitudes :)
Jo, jo, que buena esta entrada. Incluso la foto me parece de gran composición.
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