miércoles, 26 de octubre de 2011

Rubalcaba y los choripanes

Hace unos años, compartiendo coche con unos argentinos mientras cruzaba la Ruta 40, éstos me comentaron la pésima situación de la política de su país. Para mi asombro, me informaron que era bastante habitual que los candidatos en campaña fueran a visitar barrios desfavorecidos, donde presumiendo un bajo nivel cultural de sus habitantes y una gran necesidad de llenar panzas y cubrir pies descalzos, regalaban un choripán o una zapatilla desparejada a los votantes. La otra zapatilla, la que completaba la pareja, la recibirían si les votaban.

Argentina no es un país atrasado y me pareció increíble que algo así pudiera suceder allí. Iluso de mi, también creí que aunque aquí la política da asco, no se podría llegar a ese nivel. Ver para creer.

2 comentarios:

Oddiseis dijo...

Me parece que a algunos políticos les cuesta entender los resortes que mueven la comunidad virtual y en especial las redes sociales. Piensan en términos de política tradicional pero se enfrentan a algo muy distinto. Y van camino de quemarse con todo el equipo. Parecen no darse cuenta de que la distancia que separa una buena campaña de marketing de un ridículo bochornoso es muy pequeña cuando se trata de las redes sociales.

Por lo demás, es patético. A la fuerza hay que seguir suscribiendo lo de #nolesvotes (al menos a PP, PSOE y CIU).

La medida de la grandeza de un pueblo es exactamente la de sus decisiones. Optar por la vulgaridad, por el conformismo, por el "mas de lo de siempre", nos convierte en eso mismo.

Un saludo.

Jordi Busqué dijo...

Bien dicho, Oddiseis. Otro ejemplo es lo que hizo el PP pidiendo la cesión de sus cuentas a sus seguidores para hacerse autobombo: El ProstiTuit.

Yo no creo que haya ni uno que se salve de la quema. El sistema de partidos está podrido completamente.

También hace falta un cambio total en el método de elección.

Ojalá el nivel educativo y moral de la población fuera suficiente para poder aplicar una autarquía. Pero decir que está a años luz de distancia es quedarse muy corto.