viernes, 13 de mayo de 2011

El arte de la contemplación. Fotos para pensar III

El arte de la contemplación. Quien no pueda estar al menos media hora sin hacer nada salvo admirar algo que le guste, que se lo haga mirar.

Casi todos somos conscientes de que en el mundo occidental vivimos con prisa. Somos víctimas de un lavado de cerebro cultural tan grande que nos hace pensar que todo lo que no sea materialmente productivo es una pérdida de tiempo.

Pero, ¿todo el mundo occidental está así? ¡No! Una aldea de azorianos irreductibles permanece resistente a este virus de la mente. Sus habitantes saben practicar el arte de la contemplación.

¿Serán capaces de reconquistar el mundo? Muy pronto retomaremos nuestro viaje por las Azores, en el cuervo perdido en medio del Atlántico. Hoy simplemente he querido añadir un capítulo más de la serie de fotos para pensar. ¿Les parece que nuestro modo de vida tiene solución? Y de ser así, ¿cuál sería?

6 comentarios:

MartinAngelair dijo...

Cual sería?



Uff!!!



Desde hace unos pocos meses, no te creas que me lo estoy planteando en serio,...:)




Lo que 'me llevaría' conmigo sin lugar a dudas,...siempre,...sería a una personita atada a la posibilidad de su felicidad,...y también el sentimiento de la música,...

...a partir de 'esto', tan sólo cabría sumar.






Un beso.
B.N.C.J.

Pere Soler dijo...

Has aconseguit captar "la pau" i "el moment" intim d'aquest azoriano!
M'agrada la foto, sobretot per el punt de vista.
Una abraçada!

Antonio MArtínez dijo...

Si hay solución... que la gente piense, y sobretodo, que quiera pensar...
Cosa que no creo que pase, auqnue ojalá acabe pasando.
Esos momentos de contemplación siempre son lo mejor que no consigo llevarme en el sensor de la cámara. Salut!

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair, a veces hay que dar ese tipo de pasos. En mi opinión es una buena idea.

Jordi Busqué dijo...

Pere, saben viure molt be en aquests llocs.

Jordi Busqué dijo...

Antonio, tal vez sea por una menor presión social, pero en esos lugares acostumbran a saber -y querer- pensar más que en la "civilización".