lunes, 16 de mayo de 2011

O caldeirão de Corvo y más sobre el arte de la contemplación. Viaje a las Azores. Tercera parte.

Afortunadamente el escaso asfalto de Corvo es muy poco transitado por medios de transporte inertes

Hace unos días iniciamos nuestra visita a Corvo, la más aislada de las islas Azores. Primero visitamos Vila do Corvo, pero en un entorno de naturaleza moldeada por la actividad volcánica, era evidente que algunas de las cosas más impresionantes iban a estar en el resto de la isla. En particular, la caldera -o caldeirão-, en el interior.

Pedro Melo Lindo cuidando de uno de sus terneros

Subiendo la carretera que lleva a la parte alta de la isla encontré a Pedro Melo Lindo. Pedro es originario de Flores, pero ya hace 37 años que vino a vivir a Corvo. Tras acompañarle en sus tareas cotidianas, cuidando de sus terneros, Pedro se ofreció a llevarme al caldeirão. De vez en cuando le gusta subir a contemplarlo cuando tiene un poco de tiempo libre. En Corvo y en Azores en general todavía saben disfrutar del arte de la contemplación.

La niebla empieza a desgajarse en el caldeirão de Corvo

Cuando llegamos todo se encuentra inmerso en una espesa niebla, no vemos nada. Pedro me dice que es muy habitual, pero que tan pronto viene como se va, me recomienda esperar un rato. Efectivamente, al poco rato el Sol se cuela por los primeros huecos y dejan ver unas manchas plateadas muy brillantes. Me quedo impresionado por el espectáculo. La caldera contiene varios lagos en su interior. Pedro me dice que le gusta tanto ahora como la primera vez que lo vio.

En unos días veremos algunos detalles más de la isla e intentaremos salir de ella.

El arte de la contemplación. Quien no pueda estar al menos media hora sin hacer otra cosa que contemplar algo que le guste, que se lo haga mirar.

6 comentarios:

frikosal dijo...

"Quien no pueda estar al menos media hora sin hacer otra cosa que contemplar algo que le guste, que se lo haga mirar"

Así estamos :)

MartinAngelair dijo...

Esas escaleras de piedra casi que empotradas en terrenos medio salvajes,...

...o huertas, o pequeños bosques un poco más elevados,

...me resultan muy familiares.




La niebla también me es familiar y hasta querida,...:)

...y ese caldeirao de Corvo, es realmente de plata.





Seguro que Pedro Melo, se sintió muy complacido en compartir contigo ese tesoro.





Besos.
B.T.C.J.

Jordi Busqué dijo...

Frikosal, ya conoce Vd. la receta: ¡perseverancia salvaje!

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair, será por la relación con el mar de su tierra.

igniszz dijo...

Yo me lo voy a hacer mirar. No sería capaz de estarme quieto sin revolotear haciendo fotos, jaja.

Jordi Busqué dijo...

Igniszz, la contemplación es un estado del alma tan elevado que ni siquiera necesitas hacer fotos!

Parece increíble, ¿verdad?