lunes, 28 de noviembre de 2011

Dos historias de Jaén

-La ganadera que lloraba por sus toros. En una dehesa de las lejanas tierras de Jaén, vivía una joven muchacha llamada María. Allí criaba toros de lidia, y cada vez que en la plaza le indultaban uno, a ella se le saltaban las lágrimas al constatar el extraordinario nivel de coraje, bravura, porte y trapío del animal que había cuidado desde pequeño. Debido al esmero y pasión con que cuidaba a sus toros, hasta en siete ocasiones lo consiguió. Algo verdaderamente extraordinario.

Texto anterior editado: En una dehesa de las lejanas tierras de Jaén, vivía una joven muchacha llamada María. Allí criaba toros de lidia y cada vez que en la plaza le mataban uno, ella lloraba amargamente la pérdida del animal que había cuidado desde pequeño. Así que para remediarlo decidió criarlos hasta un nivel de coraje tan alto, que por su
extraordinaria bravura, porte y trapío fueran indultados en la plaza. Hasta en siete ocasiones lo consiguió. Algo verdaderamente extraordinario.

Dehesa La Marquesa, cerca de Vilches.

Aunque parezca mentira, a tan tierna edad los toros ya envisten con bastante mala leche.

En sus ratos libres María también susurraba a los caballos.


-El constructor que tenía alma.
Érase una vez un constructor llamado Fernando Crespo. Un día Fernando compró unas casas con la intención de demolerlas para hacer apartamentos. Pero mientras examinaba los trabajos de demolición, descubrió enterrada en escombros una antigua sinagoga medieval. Abandonando su proyecto inicial y endeudándose hasta las cejas, el empresario con alma decidió salvar la Sinagoga del Agua en el centro histórico de Úbeda, para disfrute de todo el que quiera pasar a verla.

Andrea Pezzini guia por Úbeda y Baeza en
Artificis.

6 comentarios:

MartinAngelair dijo...

Estoy ahora un poco pillada de tiempo,...

...pero te prometo que volveré con calma a estas 'dos historias de Jaén', como se merecen.




Historias como éstas, te hacen el paso más que apetecible por dar,...me quedo con María y Fernando con mucho gusto.




Eres fantástico Jordi,...besos.
B.N.C.J.

MartinAngelair dijo...

Está muy bien eso de hablarles a los bichos,...susurrarles, también,... :)


...Sinagoga de agua en piedra,...también.





Cuántas historias, muchas anónimas, se pierden para muchos, y se quedan en unos pocos.





B.

Jordi Busqué dijo...

Martinangelair, muchas gracias por venir... y voler.

Maria Ruigomez dijo...

Buenas Jordi,soy Maria,la chica "que susurra a los caballos",presiento que la visita a nuestra finca no te entusiasmo demasiado,y siento no haber podido transmitirte mi pasion por mi trabajo,y mi lucha por la cria del toro bravo.
Queria matizarte que yo no lloro ante la muerte digna de mis toros en la plaza,pues siento orgullo de su bravura,de su nobleza,de que sean lidiados por figuras del toreo y en plazas de gran importancia,cuando si se me escapan lagrimas es cuando veo que por sus extraordinarias cualidades alguno regresa a mi casa,para ser el rey de nuestra ganaderia.
Un saludo,Maria Ruigomez,ganadera con mucho orgullo.

Jordi Busqué dijo...

Hola María, lo cierto es que la visita a vuestra finca sí que me pareció interesante y hubiera deseado llegar con más tiempo para conocerla un poco más a fondo.

Antes de llegar yo ya estaba convencido de que me interesaría, pero no esperaba que me gustara (princialmente porque no soy partidario del toreo, debido al sufrimiento al que se somete al toro).

Es por eso que me sorprendió la forma en la que te tomas tu trabajo. Precisamente por el hecho de que sí que me transmitiste tu pasión y amor por el toro, la alegría que sientes cuando indultan a uno de tus toros. Por ello, porque sí que me gustó, decidí contarlo junto con otra gran sorpresa del viaje (la sinagoga del agua).

Espero no haberte ofendido por el "tono de cuento" en el que explico ambas historias. No tenía la menor intención negativa, sino todo lo contrario.

He corregido lo que me matizas. Espero que ahora te parezca más ajustado a la realidad. Gracias por tu visita.

Anónimo dijo...

Maria me parece preciosa tu historia y tu amor por los toros y los caballos y sobre todo por tu perra Luna