(Viene de la Primera Parte)
El tren se presentó puntual. El único vagón donde quedaba sitio era de
tercera clase (Platskartny). Allí pasaría toda la noche, pero no me
importaba, tenía las baterías cargadas al máximo. Fueron subiendo pasajeros en las siguientes paradas y a la hora de la cena aquello
parecía el camarote de los hermanos Marx.
Cuando ya empezaba a dudar que fuera a poder dormir, apareció un nuevo
personaje en la escena: el provodnik, o asistente de vagón. Nos entregó
un juego de sábanas a cada uno y comenzó una metamorfosis del vagón que
no me esperaba. Mesas y asientos eran desplegables y se transformaban en
literas que ocupaban hasta el último rincón. Parece que al final sí que
iba a poder dormir.
Una sacudida del tren me despertó. A juzgar por los preparativos de los
demás pasajeros no debía faltar mucho para llegar a Lviv.
Efectivamente, al cabo de 15 minutos ya estaba de pie en la estación de tren. Tomé un tranvía hasta la plaza Rynok y, tras dejar mis cosas en un modesto hotel de estilo soviético, me dirigí a la Torre del Reloj del Ayuntamiento. Desde su punto más alto hay una vista espectacular del centro histórico.
Efectivamente, al cabo de 15 minutos ya estaba de pie en la estación de tren. Tomé un tranvía hasta la plaza Rynok y, tras dejar mis cosas en un modesto hotel de estilo soviético, me dirigí a la Torre del Reloj del Ayuntamiento. Desde su punto más alto hay una vista espectacular del centro histórico.
Pasé un par de días en la ciudad y me gustó mucho. Tiene una
arquitectura bastante potente, donde destacan las antiguas mansiones de
mercaderes adinerados y sus calles empedradas. Steven Spielberg rodó en
su casco histórico (que forma parte de la lista de Património Mundial de
la UNESCO) algunas de las escenas de La lista de Schindler, por su
parecido a Cracovia y debido a que los permisos para filmar eran mucho
más económicos que en la ciudad polaca.
Para los que aprecien el arte de pasear, Lviv ofrece algunas opciones interesantes, destacando el arbolado parque Ivan Franko y el cementerio (sí, el cementerio de Lviv es espectacular para pasear).
En el Paseo Svobody, multitud de aficionados al ajedrez pasan las horas
enfrascados en disputadas partidas.
Tomé de nuevo el tren para dirigirme al centro del país, pero lo que allí encontré se lo contaré en la Tercera Parte.
Continuará...
4 comentarios:
Normal que Spielberg le viera un cierto parecido con Cracovia. Esta ciudad fué polaca hasta la segunda guerra mudial.
Didac, sigue Vd. siendo el geógrafo fantástico de siempre, je, je.
Pues seguimos contigo de viaje por Ucrania Jordi,...
...el viaje en tren, el tranvía después, la visita a la Torre del Reloj del Ayuntamiento,...el paseo por calles empedradas y con sombra de hermosos árboles,...el parque, (por supuesto el paseo por el cementerio,... :), el casco histórico, o esas antiguas mansiones.
Me gusta que finalices la entrada con el Continuará.
B.
Gracias MartinAngelair. Me alegro que te guste viajar conmigo.
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