(Viene de la Primera parte, donde hicimos una introducción al viaje, y de la Segunda parte, donde visitamos la ciudad de Lviv)
Estos
dias se está jugando la Eurocopa -competición de la que todavía no he
visto ni un partido ni creo que lo haga-, en Polonia y Ucrania. Pero a
mi Ucrania me interesó más por temas viajeros, por eso aprovecho que el
país está de moda por el fútbol, para hablar un poco de él.
La capital de Ucrania, Kiev, es poseedora de las más espectaculares
catedrales del país. Era esto algo que me atraía mucho y una vez allí se
hacia difícil de olvidar ya que las inmensas cúpulas doradas dominan el
perfil de la ciudad en numerosos puntos.
Pero antes de hablar de estas cosas es inexcusable hacer notar algo que
llama la atención a cualquier visitante que sea mínimamente observador:
La relativa abundancia de ancianas que se ven obligadas a vender flores o
directamente pedir limosna en la calle. Tras la caída del comunismo la
situación de mucha gente mayor es muy complicada, y esto se ve muy claro en el centro de Kiev.
Volviendo al viaje -esta pretende ser una entrada más orientada a la
visita turística que a los viajes más profundos que contamos otras
veces- con diferencia, el conjunto más grandioso y sagrado no solo de
Kiev sino
de toda Ucrania es el área del Monasterio de Lavra, fundado en el siglo
XI por San Antoniy. En el interior del inmenso recinto encontramos
infinidad de bellos edificios religiosos destacando la Catedral
Dormition. Me sorprendió la visita a las catacumbas por la gran
afluencia de visitantes locales que acuden a contemplar las momias de
sacerdotes de la antigüedad, increíblemente bien conservadas.
La Catedral de Santa Sofía también del siglo XI es otro edificio
imprescindible de la ciudad y no tiene nada que envidiar al conjunto de
Lavra en lo que a calidad del estilo arquitectónico se refiere. Además,
el recinto contiene unos jardines llenos de árboles que proporcionan un
lugar muy agradable para descansar.
Muy cerca de allí se encuentra la que tal vez sea la más vistosa y
colorida catedral de Kiev: la de San Mikhail, con la fachada azul cielo,
cúpulas doradas, todo ello rodeado por un muro decorado con
espectaculares frescos multicolor. Aunque es relativamente pequeña, es
la que más fuertemente ha quedado grabada en mi memoria.
Cuando visito un lugar me encanta observar a la gente mientras se dedica
a las actividades cotidianas. Disfrute de este placer en la avenida
Khreschatyk, ya que
era fin de semana y el tráfico rodado se había cerrado para convertirla
en una gran zona peatonal. La calle desemboca en la Plaza de la
Independencia, lugar donde se celebró la famosa revolución naranja.
Cerca de allí se encuentra el parque Mariinsky que además de
proporcionar un espacio verde nos ofrece unas vistas panorámicas de la
ciudad junto al río Dnipro.
El último día decidí visitar el museo de Chernobyl. Me impresionó mucho la exposición de fotografías y documentos relacionados con el accidente, pero la historia de la actuación de los bomberos durante la crisis fue lo más me impactó. El constante desfilar de grupos de escolares ucranianos por sus salas fue una sorpresa agradable.
El último día decidí visitar el museo de Chernobyl. Me impresionó mucho la exposición de fotografías y documentos relacionados con el accidente, pero la historia de la actuación de los bomberos durante la crisis fue lo más me impactó. El constante desfilar de grupos de escolares ucranianos por sus salas fue una sorpresa agradable.
6 comentarios:
Excel·lent reportatge. Fa somiar.
Moltes gràcies Jana!
Buena crónica. Saludos.
Gracias Hernán!
Seguro que es un país muy interesante de visitar.
Marc, está bastante bien, sí.
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