La caricia perruna. Colombia, 2009.
La foto que les muestro hoy (que pueden ver más grande si pinchan en ella) es una de mis favoritas. Tal vez les parezca
que no es gran cosa, incluso que no vale un pito. O que está bien pero
tampoco tanto como para considerarla favorita. Pero piensen que los
criterios para valorar las fotografías no tienen por qué ser
universales.
Les diré que yo en una foto valoro tanto las formas como el contenido, y pienso que el contenido es algo que -por lo que he visto en lugares en los que se habla de fotografía-, no se valora de forma suficiente. Desde mi punto de vista, claro.
¿Qué tiene de especial el contenido de esta foto? Pues principalmente que capta una muestra de cariño sincera.
Les diré que yo en una foto valoro tanto las formas como el contenido, y pienso que el contenido es algo que -por lo que he visto en lugares en los que se habla de fotografía-, no se valora de forma suficiente. Desde mi punto de vista, claro.
¿Qué tiene de especial el contenido de esta foto? Pues principalmente que capta una muestra de cariño sincera.
¿Que cómo se yo
que es sincera? Bueno, eso lo podrían preguntar si los protagonistas de
la foto fueran humanos, pero siendo (¿tan solo?) perros, no cabe esa pregunta, ¿no les parece?
¿Alguno de ustedes cree que el perro de color claro es más falso que un euro de madera? ¿Que está camelando al oscuro para, en cuanto tenga su confianza, clavarle un puñal por la espalda para sacar algún beneficio?
Las personas, en cambio, divididas entre la realidad de si mismas y la imagen que quieren aparentar, tienen la capacidad de crear, gracias a su inteligencia, planes maquiavélicos que las hace dignas de menor confianza.
Yo me quedé mirando a los perros y pensando en estas cosas, hasta que al cabo de un rato se pusieron a bailar de forma totalmente sincronizada (creo que era el charlestón), demostrando así que yendo de cara también se pueden conseguir grandes cosas.
¿Alguno de ustedes cree que el perro de color claro es más falso que un euro de madera? ¿Que está camelando al oscuro para, en cuanto tenga su confianza, clavarle un puñal por la espalda para sacar algún beneficio?
Las personas, en cambio, divididas entre la realidad de si mismas y la imagen que quieren aparentar, tienen la capacidad de crear, gracias a su inteligencia, planes maquiavélicos que las hace dignas de menor confianza.
Yo me quedé mirando a los perros y pensando en estas cosas, hasta que al cabo de un rato se pusieron a bailar de forma totalmente sincronizada (creo que era el charlestón), demostrando así que yendo de cara también se pueden conseguir grandes cosas.
El charlestón perruno. Colombia, 2009.
3 comentarios:
Ya desde niña me fascinaban y me acercaba con gusto a los 'bichos',...
...y a medida que fui 'creciendo', había más razones para seguir acercándose y quedándose con ellos.
(te lo puedo asegurar!!)
...Pero también es cierto que puedes encontrarte, a veces incluso tropezarte, con personas con las que bailar el Charleston puede ser una experiencia muy agradable,... :)
Un beso muy fuerte.
B.N.C.J.
Pues sí, en los animales puedes estar seguro de que no hay segundas. Como en los niños bien niños. Luego crecemos y en lugar de aprender olvidamos.
Me gusta mucho la imagen Jordi. Especialmente la combinación de colores ventanas-suelo (o "piso" según guste) y suscribo totalmente la frase "Pero piensen que los criterios para valorar las fotografías no tienen por qué ser universales". Sin duda, muy acertada. Saludos, ya, desde Barcelona.
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