lunes, 21 de diciembre de 2009

Una familia amish en la selva. Cuarta (y última) parte.

Nota: Esta es la última parte de un relato que tiene una primera, segunda y tercera partes prévias.

Un ruido me despertó. Todavía estaba completamente oscuro pero no tenía ni idea de qué hora era. Entre el rumor de una lluvia ligera distinguí el sonido de unos pasos fuera de la cabaña. Agudicé el oído y escuché más pasos y unas voces. Eran
los niños hablando. Encendí la linterna, eran las cuatro y media. Unos meses antes había pasado una temporada larga con los menonitas. Estaba claro que los amish eran igual de madrugadores. Aparté la mosquitera, me puse las botas y salí fuera. Fui a la cabaña principal, todos estaban levantados y las mujeres calentaban agua en la cocina. Tras tomar el desayuno, la luz del alba ya permitía caminar por el exterior sin ayuda de la linterna. Todos comenzaron las tareas del día.

Abraham trabajando en un campo cercano a la cabaña principal.

Jacob dirigiendo las vacas al establo para ordeñarlas.

Los niños se quedaron en la mesa del comedor. Esta era su escuela y Esther su maestra. Utilizaban libros traídos de EEUU. Curioseé los de ciencias. No me extrañó mucho ver que se trataba de libros creacionistas, bastante abundantes en el país supuestamente más desarrollado del planeta. Preferí no hacer ningún comentario, sobretodo por respeto a la hospitalidad que me habían demostrado.

Franz cogiendo guayabas.

Al cabo de un rato, comenzó a llover fuerte de nuevo. Poco a poco el resto de la familia fueron entrando en la casa. Todos excepto Abraham, que pa
seaba bajo un paraguas por los campos que rodeaban la cabaña. Como no se podía trabajar en condiciones, la familia se sentó en torno a la mesa y comenzaron a entonar cantos religiosos durante un buen rato. De repente, un rayo cayó muy cerca de la casa, el trueno fue ensordecedor, el mayor que haya escuchado nunca. Esther dijo que creía que había caído sobre el tejado de calamina. Le comenté que la actitud de Abraham, paseando por el campo bajo el paraguas, era como mínimo imprudente. Ella salió al porche y lo llamó. Abraham no hacía ni caso. Un nuevo rayo cayó de nuevo cerca, aunque no tanto como el anterior. Esther y Elisabeth perdieron los nervios y comenzaron a gritar a Abraham, que seguía ensimismado en su mundo. Al cabo de un buen rato regresó. Parecía no darse cuenta de los riesgos.

Abraham regresando de sus aventuras bajo los rayos y los truenos.

Esther se dedicó a ordenar la casa. Debido a la lluvia, unas tarántulas del tamaño de una mano pequeña, se habían refugiado en varios rincones de la casa. Esther incluso encontró una entre las sábanas de una cama que hacía tiempo que no se usaba. Les dijo a los chicos que la mataran, ya que eran peligrosas. Cuando fotografié la que ven más abajo, me advirtieron que si levantaba una de las patas debía a
partarme. Significaba que iba a saltar hacia mi para picarme.

Una de las tarántulas que se vieron aquel día de lluvia. Fíjense que ya tiene una pata levantada, señal de que está a punto de saltar sobre el sufrido fotógrafo.

Tras la comida, Esther se fue a hacer la colada al río. Allí le pregunté sobre los motivos que le llevan a vivir de esta forma. -Para estar cerca de Dios, me dijo. -En ningún otro lugar podría encontrar esta paz y soledad. No me importa lo que tengo, no me importa mi ropa ni me importa mi cuerpo. Yo no soy de aquí. Soy del cielo. Sonrió y señalando el balde metálico en el que enjuagaba la ropa, que perdía agua por un orificio, exclamó: -¡Aunque quizás este recipiente sea demas
iado sencillo!

Me impresionó el convencimiento de sus palabras. Esto era más que fe, era convencimiento absoluto. Como agnóstico -ateo a la práctica- que soy no pude evitar pensar si alguna vez se planteaba la posibilidad de que todo fuese una gran mentira. No osé preguntar y ahora me arrepiento.

Esther haciendo la colada en el río.

Hacía un rato que tenía en mente las tarántulas que había visto durante todo el día. Por la mañana no había pensado en dejar la mosquitera cerrada, así que fui a mi dormitorio preocupado por la posibilidad de que alguna de ellas se hubiera colado en mi cama.
Aparté las sábanas con cuidado y no había nada. Luego miré entre el borde del colchón y el somier y no solo había una, sino un nido con varias crías de menor tamaño, pero que igualmente imponían mucho respeto. Me di cuenta que la noche anterior había dormido con ellas.

Le pregunté a Jacob sobre la peligrosidad de su picada. -Puede ser mortal (*), me dijo. -En 45 minutos uno ya está muy mal, añadió. Estaba a muchas horas de un pueblo y a varios días de un hospital decente. Pensé que ya era suficiente. Me habían pasado demasiadas cosas durante los últimos meses y ya estaba cansado de los peligros. Ya había visto como vivía la familia y tenia suficientes fotos para ilustrarlo. Me despedí de ellos y comencé a caminar a través de la selva. Hablaba solo para avisar a los pumas y los jaguares, que en principio no quieren encontrarse con las personas. Al cabo de algo menos de una hora llegué a la pista de los leñadores. Contiué caminando con la esperanza de que algún vehículo me recogiera y llevara de nuevo a la civilización.

(*) Yo pensaba que las tarántulas no necesitaban ser muy venenosas debido a su tamaño. Si entre ustedes hay algún experto en estos bichos, le agradecería información al respecto, especialmente si con la foto pueden identificar la especie.

26 comentarios:

MartinAngelair dijo...

debido a su tamaño,...






...Jordi,...es una araña.








Buenos días que llegarán.






Un abrazo,...grande.

frikosal dijo...

Impresionante, Jordi, estupendo relato. Yo creo que si se lo hubieras preguntado no hubiera contestado nada que permitiese avanzar en la conversación.

nomesploraria dijo...

Yo tampoco hubiese osado preguntar.
No está mal la experiencia de dormir sobre un nido de tarántulas.
Pensaba que las tarántulas, a diferencia de la viuda negra, no son excesivamente peligrosas. He encontrado este texto:

"NINGUNA TARÁNTULA SE CONSIDERA DE IMPORTANCIA MÉDICA PARA EL HUMANO
Lo único que se ha descubierto es que el veneno de especies africanas y asiáticas es más "activo", es decir, desencadena reacciones más "intensas" que traducido al mundo de envenenamientos, solo se ha traducido como: DIAS DE DOLOR Y DURACIÓN DE LA HINCHAZÓN, pero hasta ahora no se han encontrado ni siquiera casos de anafilaxia hacia los componentes del veneno de ninguna especie."

nomesploraria dijo...

De todas formas "pasar días de dolor" en medio de la selva no creo que sea muy apetecible. Además estoy seguro que pueden haber personas alérgicas o más sensibles al veneno.
Mejor no dormir sobre ellas.

Le felicito por la estupenda serie de 4 capítulos mi apreciado e ilustre Dr Busqué.

la desanchá dijo...

Si las cosas son como ellos creen, al otro lado tendrán la recompensa. Si no hay nada, no se van a enterar; y mientras tanto su fé les ayuda a aguantar las penurias.
Este razonamiento no es mío, es de mi madre -persona de fé también- a la que he oído decir muchas veces que quitar la fé a quien la tiene es una crueldad.

igniszz dijo...

Magnífico relato.
Una reflexión:
Creerían en la opinión de in intruso que no entiende su religión, que depende de ellos para sobrevivir en la selva, y que además, viene de la gran ciudad?

Tino Soriano dijo...

Nos has tenido en vilo a todos. Muchas felicidades y mucha suerte para el 2010. Confío seguir deseándote mis mejores deseos todos los años. A tí y a todos los doctores que te siguen. Un abrazo

RAFA PÉREZ dijo...

Yo me suelo llevar bien con los bichos. En Ecuador compartí habitación con un alacrán.

Estupenda historia Jordi. Muy bien narrada.

Bones festes !!!!

Andrés dijo...

Muchas gracias por estos 4 capítulos. Una experiencia digna de ser vivida. Sobre haberles preguntado si todo lo que creen es una mentira, no creo que les hubiera supuesto ningún dilema, porque estoy convencido que se lo habrán planteado alguna vez. Estoy deacuerdo con lo que dice la madre de la Desanchá.
Sobre la especie, creo que es una Avicularia avicularia y "lamento" decir que no es venenosa. De hecho, si se trata de esa misma especie, su mecanismo de defensa es expulsar sus excrementos.
Un saludo y felices fiestas.

Dr. Jorge Garat. dijo...

Uff, el último capítulo me mantuvo en vilo, menos mal que te salvaste!
Estupendo relato, muy bueno.
Bones festes Jordi.

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair,

aclaro que yo solo tengo dos patas.

Frikosal,

probablemente me hubiera dicho que si asaltan las dudas es el diablo que intenta confundirnos.

Nomesploraria,

muchas gracias por buscar la información. Yo tb creía que no eran venenosas.

Jordi Busqué dijo...

Desanchá,

el razonamiento de tu madre es parecido al argumento de Pascal. Pero yo no estoy nada de acuerdo.
Respecto a si es cruel o no quitarle la fe a alguien, yo creo que aunque sea una situación menos cómoda o segura, por lo menos ha salido de un error.

Igniszz,

probablemente no. Aunque he visto algunos salir de la sartén para caer en las brasas de los Testigos de Jehová.

Tino Soriano,

muy buen 2010 para ti y tu familia. Un abrazo.

Jordi Busqué dijo...

Rafa Pérez,

por suerte todavía no me he topado con alacranes.

Andres,

yo no creo que se lo pregunten. El meme de la religión es muy sofisticado y existen recursos contra el excepticismo. Como lo que le comentaba a Frikosal sobre el diablo.

Dr. Jorge Garat,

bones festes Jorge. Esperamos tu blog en este año que comienza.

nomesploraria dijo...

NOCHE DE PAAAAZ NOCHE DE AMOOOOR

Jordi Busqué dijo...

por cierto Andres, muchas gracias por identificar la especie. Es un honor tener lectores tan sabios.

Si vuelvo a la cabaña les diré que no es venenosa.

Jordi Busqué dijo...

chim chim chim pom

Jordi Busqué dijo...

pastorcillos, pastorcillos...

nomesploraria dijo...

Hoy quisiera contarles la historia de un reno
al que nadie quería por ser tan feo
ni siquiera el mismo imaginó
lo que un día le pasó

Era Rodolfo un reno, que tenia la nariz
roja como la grana y de un brillo singular
todos sus compañeros se reían sin parar
y nuestro buen amigo, no paraba de llorar

Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó
y a Rodolfo eligió, por su singular nariz
tirando del trineo, fue Rodolfo sensación
y desde aquel momento toda burla se acabó

Rodolfo de reno Rodolfo
Rodolfo de reno Rodolfo

Era Rodolfo un reno, que tenia la nariz
roja como la grana y de un brillo singular
todos sus compañeros se reían sin parar
y nuestro buen amigo, no paraba de llorar

Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó
y a Rodolfo eligió, por su singular nariz
tirando del trineo, fue Rodolfo sensación
y desde a quel momento toda burla se acabó

Rodolfo de reno Rodolfo
Rodolfo de reno Rodolfo

Pero Navidad llegó, Santa Claus bajó
y a Rodolfo eligió, por su singular nariz
tirando del trineo, fue Rodolfo sensación
y desde a quel momento toda burla se acabó

David Monfil Cusó dijo...

Muy buena historia, me hubiera gustado compartirla "en vivo" contigo a cada párrafo que escribías.
Bon Nadal !
David

Jordi Busqué dijo...

David Monfil Cusó,

muchas gracias i bones festes!

MartinAngelair dijo...

Dos patas,...


...y espero que el brazo ya no esté fregado.




Te puedo asegurar que yo soy la persona que conozco, más alérgica a las arañas, y con un pavor ancestral casi que inyectado en los genes.





De niña, sufrí mucho con reacciones alérgicas,...


...y aún hoy también.



Pero no se matan.




Una vez, llamé a un vecino, y me costó muchísimo convencerle para que se la llevara fuera de mi casa sin matar,...aunque fuese más fácil y menos rídiculo, bajo su criterio, hacer 'lo propio' con ellas.



La próxima que vea en mi casa, pienso llamar al mismo vecino,...para que se acostumbre a hacer 'lo impropio' y yo no tenga reacciones alérgicas de ningún tipo.




Un beso Jordi, y que tengas unos bonitos días con los tuyos.

Jordi Busqué dijo...

MartinAngelair,

el brazo sigue algo fregado, pero no tan mal.

Pues tu comportamiento tiene más mérito considerando tu alergia. Me parece muy bien.

Ema dijo...

Sé que la publicación no es reciente, pero la leí y no me pude resistir de comentar.
Me encantaron estos 4 capitulos y sisnceramente, felicitaciones, es, para mi, un ejemplo a seguir.
En cuanto a las tarantulas, según tengo entendido despues de mirar cientos de documentales en TV, su mayor peligro son unos pelos urticantes que liberan frotandosé las patas contra su 'espalda' que irritan las vias respiratorias al inhalarlos causando dificultad para respirar, que en personas con problemas respiratorios puede ser mortal.
Saludos.

Jordi Busqué dijo...

Ema, se agradece tu comentario. Muy interesante lo de los pelos de la tarantula, no lo sabía.

Anónimo dijo...

Hola Jordi, interesante relato!!!

Seguiré el blog!!!

Carles Ros (Fotogenio 2010)

Jordi Busqué dijo...

Gracies Carles!